miércoles, 17 de abril de 2013

Camino del Ebro en bicicleta: de Orbaneja del Castillo a Frías

Esta interesante ruta, es una de las más atractivas que puedan realizarse en bicicleta de montaña, pues recorreremos 82 kilómetros siguiendo el río Ebro en su discurrir por el norte de la provincia de Burgos. Todo el trayecto lo realizamos en un día, saliendo de Orbaneja del Castillo y llegando a Frías al anochecer. La ruta se realizó en verano.

El itinerario comienza en Orbaneja del Castillo, justo en la raya con la provincia de Cantabria y termina en Frías, a poca distancia del desfiladero del Sobrón y su entrada en Álava.

Cañón del Ebro




Así pues trasladamos las bicicletas y comenzamos a rodar en Orbaneja del Castillo. Junto al aparcamiento de la carretera, baja un camino que cruza el Ebro. En la otra orilla, sale una senda que siempre con el río a la vista y a la izquierda en el sentido de la marcha, cubre los meandros que separan Orbaneja del Castillo de Quintanilla-Escalada.

Bella vista de Orbaneja del Castillo, colgado de las paredes del Cañón del Ebro.
Cascada de Orbaneja, donde comenzamos el recorrido.
Pese a no haber apenas desnivel entre Orbaneja y Quintanilla, hay que rodar con precaución porque en algún tramo el sendero cruza pequeños arroyuelos que frecuentemente están embarrados o con piedras. En otros lugares, la senda se estrecha fuertemente y corremos peligro de caer sobre la exuberante vegetación. En las inmediaciones de Escalada, dejamos el puente que cruza el río hacia el pueblo y en dos o tres minutos, alcanzamos las primeras casas de Quintanilla-Escalada
Atravesamos completamente la localidad y subimos a la carretera junto al puente. A nuestra izquierda queda la gasolinera. Atravesamos el puente sobre el Ebro y a mano derecha,  tomamos el entrante a la pista que siguiendo el río, se dirige hacia Pesquera de Ebro. Nos separan de este último unos 11 kilómetros, Deberemos recorrerlos corriente abajo introduciéndonos en los tramos más recónditos del desfiladero.

Ermita de Nuestra Señora de Ebro.
Rodamos por una cómoda pista que describe un amplio meandro del río salvando el risco de Calderrota, en el extremo del cual, se incorpora la poderosa corriente del río Rudrón, que viene del cercano Valdelateja, localidad ubicada en la otra orilla. La vegetación no nos permite ver el punto exacto donde se juntan los dos ríos. Un poco más abajo, pasamos la ermita de Nuestra Señora de Ebro y un kilómetro después superamos la Central Hidroeléctrica, la primera que se construyó en la provincia de Burgos y recoge la energía aprovechando el gran desnivel originado por un cerrado meandro. En este punto se encuentra el puente que cruza el Ebro y es transitado por los caminantes que llegan de Valdelateja.

Central Hidroeléctrica "El Porvenir".
Desde aquí, el cañón se va estrechando y en esta época del año, finales de junio, la vegetación está en su máximo esplendor, así pues rodamos algunos kilómetros bajo un túnel vegetal. Hay que andar con cuidado en no perder el equilibrio por la estrechez de la senda. Antes de llegar al ensanchamiento donde se encuentra Pesquera, el cañón muestra su profundidad máxima. Aquí el Ebro, acelera su velocidad al ir más encajonado y hay algunos remolinos y rápidos.

Exuberante vegetación del Cañón del Ebro.
Llegamos a Pesquera de Ebro, buen sitio para descansar y aprovisionarse en su bar.
Para poder seguir junto al Ebro, no queda más remedio que continuar por la carretera al menos hasta Tudanca. Así pues, cruzamos el puente sobre el río, al otro lado del cual dejamos la pequeña ermita de San Antonio. Continuamos por el asfalto hasta llegar a un cruce, donde tomaremos el desvío a la izquierda que nos debe llevar al cercano Valle de Zamanzas

Pesquera de Ebro.
Pesquera de Ebro. Puente sobre el Ebro y ermita de San Antonio.
Rodamos por carretera asfaltada unos siete kilómetros hasta Tubilleja y nueve hasta Tudanca, donde retomaremos las sendas montaraces que flanquean el Ebro de nuevo embravecido al pasar el desfiladero de los Tornos. La entrada al Valle de Zamanzas se produce por una bonita cluse en que los paredones calizos caen a plomo sobre el río.

Cluse del Ebro entre Pesquera y Tubilleja.
Superamos las aldeas de Colina y Quintanilla-Colina para llegar al núcleo de Tubilleja, pueblo interesante por conservar buenos ejemplos de arquitectura tradicional norteña de balcón corrido abierto a la solana.

Tubilleja.
Saliendo de Tubilleja hacia Tudanca.
Tras atravesar una nueva cluse encajonada, el Ebro se ensancha en un amplio meandro, a la orilla derecha del cual se emplaza la pintoresca aldea de Tudanca. Es este lugar frecuentado en verano para bañarse, ya que el río transcurre remansado.

Llegada a Tudanca. Peña Redonda.
Pasamos el núcleo urbano de Tudanca, muy exiguo, para salir por una estrecha senda a la vista del desfiladero de los Tornos, angosta garganta en que el Ebro vuelve a encajonarse y pasa del Valle de Zamanzas al vecino de Manzanedo.

Salvando el desfiladero de los Tornos.
El esfuerzo de subir el desfiladero de los Tornos queda compensado por las espléndidas vistas que se ofrecen

Desfiladero de los Tornos, entre Tudanca y Cidad de Ebro.
Llegados a su máxima angostura, la senda zigzaguea pegada a la roca, y no queda más remedio que subir caminando. A medida que ascendemos de nivel, apreciamos las espectaculares vistas de la garganta, con las paredes rocosas cayendo a plomo sobre el Ebro encajonado. Superado este pequeño esfuerzo, seguimos por sendas montaraces bajando a la búsqueda aguas abajo de la primera localidad del Valle de Manzanedo, Cidad de Ebro. Es éste un núcleo rural muy remodelado como segunda residencia. Pasando el pueblo, cruzamos de nuevo el Ebro por un pontón y nos plantamos sobre la carretera que discurre por el valle y nos llevará hasta Valdenoceda. El trayecto hasta el cruce con la CL-629 Burgos-Villarcayo se nos hace largo y pesado al apretar el calor. El tránsito del desfiladero de los Hocinos hay que realizarlo con precaución al estrecharse excesivamente en algunos puntos y dejar poco sitio para los coches en los dos sentidos.

El Ebro a su paso por el desfiladero de los Hocinos.
Valle de Valdivielso: Valdenoceda.


Llegamos a Valdenoceda, lugar perfecto para comer y descansar antes de acometer la segunda parte de la excursión. Junto a la campa de la iglesia, a la vista de la torre medieval cogemos fuerzas y energías, porque aún queda mucho para llegar a Frías. Recuperados y con nuevas ganas, proseguimos el Camino junto al Ebro. En este primer tramo, rodamos tranquilamente por la carretera que recorre el Valle de Valdivielso siguiendo la margen del río. Pasamos los pueblos de Puente-Arenas, Quecedo, Arroyo de Valdivielso y Valhermosa, hasta llegar a Hoz, donde debemos coger el ramal que sale a nuestra izquierda a la entrada, para subir y adentrarnos en el corazón de la Sierra de la Tesla. La subida es algo dura, pero afortunadamente breve. La carretera sube serpenteando a la búsqueda de un estrecho túnel, construido a mediados del siglo XX para que los habitantes de Tartalés de los Montes pudieran acceder al valle desde su aislada aldea. Junto al túnel, hay que admirar la cascada del arroyo Tartalés. Junto a ella y pegada a la roca, aún se aprecia el antiguo y peligroso camino que seguían los habitantes de Tartalés para bajar al valle.

Hoz de Valdivielso.
Cascada y túnel de Tartalés de los Montes, punto de acceso al interior de la Sierra de la Tesla.
Atravesado el túnel, accedemos a la aldea de Tartalés de los Montes, completamente aislada del valle y rodeada de montes. Merece la pena acercarse a su plaza asoportalada. Desde Tartalés, retomamos una marcada pista que sale a la entrada según llegábamos del túnel a mano derecha. Esta vía, sin pérdida alguna, recorre todo el interior de la sierra, partida en dos crestas, hasta el segundo Tartalés, el de Cilla. El trayecto es ameno, siempre protegidos por los dos cordales que forman la Tesla, unos 7 kilómetros entre ambos pueblos.
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Interior de la Sierra de la Tesla. Camino entre los Tartalés.

Una vez llegados a Tartalés de Cilla, solo queda retomar la carretera que nos baja a la principal, donde encontramos de nuevo al Ebro que atraviesa el desfiladero de la Horadada a la búsqueda de las Merindades en Trespaderne.

Tartalés de Cilla.
Desfiladero de la Horadada desde Tartalés de Cilla.
Incorporados a la carretera, tenemos dos opciones para llegar al cercano Frías: seguir hasta Trespaderne y desde donde continuamos por el Valle de Tobalina hasta coger el desvío a Frías o, la que elegimos nosotros, aún dentro del desfiladero, y sin llegar a Trespaderne, desviarnos a mano derecha a Cillaperlata y seguir por una pista en buen estado sin tráfico rodado hasta Frías. La diferencia en kilómetros es escasa, pero elegimos la segunda opción para evitar el tráfico rodado. Abandonamos el desfiladero cruzando el río Ebro una vez más. Dejamos el pueblo de Cillaperlata a la izquierda y continuamos por la pista. Tras un par de cuestas, divisamos al fondo las inconfundibles murallas y torre del castillo que distinguen a Frías.

Llegando a Frías.
La llegada aún hay que ganársela ya que las fuerzas flaquean y hay que superar algunos repechos en los últimos kilómetros.

Panorámica de Frías.
Calle principal de Frías y torre del castillo.
Frías: puente medieval sobre el Ebro.
Llegamos a Frías a las ocho de la tarde, habiendo salido de Orbaneja del Castillo sobre las nueve de la mañana. Hemos recorrido 82,6 kilómetros y pedaleado durante 10 horas y media. Como premio final, encontramos Frías en fiestas y una magnífica casa rural en la calle principal para descansar.


CAMINO DEL EBRO EN BICICLETA
Espacio natural
Riberas del río Ebro, Merindades burgalesas.
Dificultad
Alta. El recorrido es largo y salva un gran desnivel acumulado.
Tipo de camino
Caminos, senderos, pistas, asfalto.
Ciclable
Todo el recorrido es ciclable en BTT.
Agua potable
Encontraremos en todos los pueblos por los que pasamos.
Tipo de marcha
Lineal.
Orientación
Difícil, hay múltiples cruces y desvíos. Muy aconsejable llevar GPS.
Época recomendable
De junio a octubre, en que los días son largos y el tiempo seco.
Inicio
Orbaneja del Castillo.
Distancia de Burgos
66,2 kilómetros.
Tiempo total
10 horas y 30 minutos.
Tiempos de marcha
Orbaneja del Castillo-Valdenoceda: 4 horas 50 minutos; Valdenoceda-Tartalés de Cilla: 2 horas 20 minutos; Tartalés de Cilla-Frías: 1 hora.
Distancia total
83 kilómetros.
Interés
Riberas del Ebro, valles de Zamanzas, Manzanedo y Valdivielso, Sierra de la Tesla, Frías.
Altitud mínima
534 m.
Altitud máxima
924 m.
Desnivel acumulado
1915 m.
Mapas
1:50000: 0109 Villarcayo; 0135 Sedano; 0136 Oña.
1:25000: 0109-3 Manzanedo; 0109-4 Bisjueces; 0135-1 Escalada: 0135-2 Dobro; 0136-1 Trespaderne; 0136-2 Quintana Martín Galíndez.


Notas
- Imprescindible bicicleta de montaña.
- Ruta larga que puede resultar muy dura para los poco habituados a la bicicleta.
- En verano puede hacer mucho calor en algunos tramos, aunque es posible bañarse en el río en algunos puntos, como entre la central hidroeléctrica y Pesquera, en Tudanca, Cidad de Ebro, Puente-Arenas y Frías (junto al puente medieval hay una playa).



Mapa topográfico: Orbaneja del Castillo - Quecedo de Valdivielso


Mapa topográfico: Quecedo de Valdivielso - Frías



Perfil de elevación



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2 comentarios:

  1. Hola!!
    El track no está completo :(

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  2. Buenos días. He actualizado el track, que efectivamente solo reflejaba la mitad del recorrido. he aprovechado para repasar el artículo y limar algunos errores. Espero que le sea útil. Un saludo.

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