sábado, 30 de julio de 2016

Dehesa de Arlanzón y Abadía de Foncea

Recorrido por la dehesa de Arlanzón, espléndido bosque robledal muy cerca de la ciudad de Burgos. Saliendo por la Vía Verde de la Sierra de la Demanda, nos desviaremos para visitar los restos de la abadía medieval de Foncea (escrito en algunos textos como Froncea) y retornar al pueblo por la dehesa.


Abadía de Foncea


Llegaremos a la localidad de Arlanzón saliendo primero por la carretera de Logroño. Tras pasar Ibeas de Juarros, tomaremos el desvío hacia Pradoluengo. En cinco kilómetros, llegamos a Arlanzón, ubicado junto al río del mismo nombre. El pueblo es la puerta natural a la Sierra de la Demanda y el valle alto del Arlanzón. Podemos comenzar la ruta partiendo desde su mismo centro, pero cruzamos el puente y subimos hasta la estación de tratamiento de aguas, donde dejamos el coche. Precisamente aquí mismo, junto a la estación, discurre la Vía Verde de la Sierra de la Demanda, por la cual iniciaremos la excursión. Hay que decir que esta ruta puede realizarse tanto caminando como en bicicleta. Ambas posibilidades son fáciles y recomendables.

Arlanzón.
Partimos desde las inmediaciones de la estación de tratamiento de aguas.

Salimos entonces siguiendo la Vía Verde. Sobre este tramo, ya hemos tratado en este blog en la entrada Ferrocarril Minero (I): de Arlanzón al Puerto del Manquillo. Tras recorrer algo más de dos kilómetros, encontramos el panel que nos anuncia el desvío por la izquierda hacia los restos de la abadía, destino de nuestra excursión. Conviene no pasarse de esta indicación.

Panel indicativo del desvío a la abadía.

Historia de la Abadía de Foncea


Salimos pues de la Vía Verde por la izquierda y descendemos por una amplia pista hacia el arroyo Froncea, que discurre unos metros más abajo. En doscientos metros, atravesamos un camino transversal, paralelo a la Vía Verde y pasamos el lecho pétreo del río, prácticamente seco en verano. 

Descendemos por un camino hacia el arroyo Froncea.
Bello entorno donde se hallan los restos de la abadía de Foncea.
Al otro lado de arroyo, sobre un llano elevado, hallamos los restos de lo que fue la Abadía de Foncea, fundada en el siglo X. Realmente es muy poco lo que ha permanecido y puede  decepcionar a los que esperaban encontrar abundantes vestigios. Solo encontramos cinco monolitos que señalizan el antiguo emplazamiento. Sobre ellos se ha erigido una cruz de piedra.

Monolitos testigos del emplazamiento de la antigua abadía medieval.
Se aprecia fácilmente que el antiguo cenobio ocupaba un amplio área junto al río, en medio de lo más profundo del bosque. Hay que imaginar que en la Edad Media, el espacio que ocupa sería un solitario y tranquilo paraje (aún lo es hoy), rodeado de bosques, a tres kilómetros de la aldea de Arlanzón, que fue cabeza de un alfoz. Seguramente, la apariencia de lo que vemos hoy en día, no debe ser muy diferente a cómo tuvo que haber sido. Huelga decir que la cercana Vía Verde, no existía en tiempos medievales, ya que se construyó a finales del siglo XIX. Recorremos la zona, sólo encontramos algunas piedras dispersas, restos de tejas, alineaciones en el terreno, es muy poco lo que se ha conservado.


Sin duda, se erigió en un emplazamiento muy apropiado para un convento. El silencio y la paz que se respira acompañan.


Emprendemos el regreso al pueblo. Para ello atravesamos de vuelta el arroyo y nos incorporamos al sendero que mencionamos anteriormente. Éste discurre en todo momento paralelo a la Vía Verde y por su amplitud y buena hechura, bien pudiera haber sido el antiguo camino que comunicaría el pueblo de Arlanzón con la abadía.


Por él, regresamos con comodidad recorriendo la amplia y magnífica dehesa de robles que posee el pueblo. Enormes ejemplares de vetustos troncos flanquean el camino.

Volvemos al pueblo siguiendo un camino paralelo a la Vía Verde flanqueado por enormes robles.
Dehesa de Arlanzón.
Llegamos en apenas quince minutos al entorno de la estación de tratamiento de aguas, cerca del pueblo, donde habíamos dejado el coche.


Podemos ampliar la visita a la zona acercándonos hasta el pueblo y recorrer su calles y tomar algo en cualquiera de sus bares. Las vistas sobre el río Arlanzón desde su puente son magníficas.


DEHESA DE ARLANZÓN Y ABADÍA DE FONCEA
DificultadBaja. 
CiclableSí.
CircularSí.
OrientaciónFácil. Solo hay que caminar por la Vía Verde de la Sierra de la Demanda y retornar por un camino paralelo.
Época recomendableTodo el año.
InicioEstación de tratamiento de aguas de Arlanzón.
Distancia de Burgos21 kilómetros.
Tiempo total1 hora 40 minutos.
Distancia total5,87 kilómetros.
InterésBosques relictos de roble, ruinas de la abadía medieval de Foncea.
Altitud mínima985 m.
Altitud máxima1053.
Mapas
1:50000: 0239 Pradoluengo.
1:25000: 0239-1 Villasur de Herreros.
f

h
Notas:
- El recorrido es muy sencillo y agradable para ser realizado en cualquier época del año. Si se hace en bicicleta, cuidado en primavera con el barro.
-Si estamos recorriendo la Vía Verde en bicicleta, podemos apartarnos fácilmente unos minutos para ver los restos y retornar al camino.
- La dehesa de Arlanzón se desarrolla por una extensa área abarcando unos dos kilómetros más hasta alcanzar la carretera de Urrez. Si nos adentramos por sus muchos senderos y caminos, es conveniente llevar un GPS para no despistarnos.


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Mapa topográfico


Perfil de elevación


Ver y descargar track en Wikiloc


1 comentario:

  1. Bonita y agradable ruta, cerca de Burgos y sorprendentes las ruinas, totalmente desconocidas para mí.

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