domingo, 26 de marzo de 2017

Sendero de la Tesla

Clásico recorrido por el interior de la Sierra de la Tesla siguiendo los antiguos caminos por los que se la atravesaba pasando por el Portillo de Medina. Partiendo del pueblo de Hoz de Valdivielso, ascenderemos hasta el gran collado para retornar por Arroyo tras pasar por la espectacular garganta de la Canaleja, también llamada el "Paso Estrecho".


Sierra de la Tesla
Portillo de Medina


Hasta bien entrado el siglo XX, la Sierra de la Tesla suponía un formidable obstáculo para las comunicaciones entre Burgos y los puertos del norte y era paso obligado en el comercio que había entre la meseta y la costa. Bajando del Páramo de Masa por el Puerto del Almiñé, el llamado Camino de la Lana, los arrieros y transportistas debían superar la sierra. Para ello, existió desde tiempo inmemorial un paso por el llamado Portillo de Medina, un pequeño collado en la parte central de la sierra. Partiendo de los pueblos de Tartalés de los Montes y Arroyo de Valdivielso, los caminantes atravesaban la Tesla por este agreste portillo. Al otro lado, por su ladera norte, aún perduran los restos del castillo de Urría (también llamado de Montealegre), a modo de vigía de este histórico e importante paso.

Hoz de Valdivielso.
La ruta está catalogada hoy como PR y es una fenomenal opción para explorar y visitar el corazón de los bosques que pueblan el interior de la Sierra de la Tesla. Al ser el recorrido circular, podemos partir tanto desde Hoz como desde Arroyo de Valdivielso. En este caso, partiremos del primer pueblo, en el valle. Iniciaremos la excursión remontando el barranco de Tartalés.

Carretera de Hoz de Valdivielso a Tartalés de los Montes.
Llegaremos al Valle de Valdivielso, saliendo de Burgos por la N-623. Tras pasar el páramo de Masa y bajar el Puerto de la Mazorra, nos desviamos en Valdenoceda por la N-232 hacia Logroño. Pasamos el puente sobre el Ebro en Puente-Arenas y continuamos por la orilla izquierda del río hasta llegar en poco tiempo a Hoz de Valdivielso. En este blog ya hemos publicado algunas excursiones a la Tesla partiendo de este pueblo (ver las entradas Camino del Ebro y Sendero de Puerta).

Iniciamos la excursión subiendo por la calle principal de Hoz de Valdivielso.
A la entrada del pueblo, frente al bien conservado palacio de los Ruiz de Valdivielso,  del XVIII, aparcamos el coche e iniciamos la marcha. Tomando la calle principal, subimos por la calle central del pueblo, saliendo por su parte norte hacia la sierra. Pasamos el arroyo de Tartalés por un pequeño puente y dejamos a la derecha las ruinas de la ermita románica de Nuestra Señora de las Eras. El sendero tuerce a la izquierda para incorporarse en muy poco al asfalto de la carretera que sube de Hoz a Tartalés.
Este vial, supera la fuerte pendiente del barranco, realizando varias curvas. Caminando es fácil y sencillo y disfrutamos del paisaje pétreo que nos rodea.

Restos de la ermita de Nuestra Señora de las Eras e inicio de la hoz de Tartalés.
A nuestros lados se desploman empinados farallones rocosos sobre el arroyo que ha labrado esta estrecha hoz. En su parte superior, ha formado una preciosa cascada al salir por una estrecha abertura en la roca.

Subimos por la carretera hacia Tartalés.
La carretera, penetra en la sierra a través de un túnel, pero hasta hace escasamente cincuenta años, éste no existía y los vecinos de Tartalés tenían que desplazarse para subir y bajar al valle por un estrecho y peligrosísimo sendero que discurría aferrado a la pared.


Cascada de Tartalés


Aún son visibles algunos restos de este centenario sendero, hoy difuminados por las obras de la moderna carretera. Antes de llegar al túnel, sobre un pequeño mirador habilitado al efecto, admiramos la cascada, algo escasa de caudal pese a estar a finales del invierno aún.

Cascada de Tartalés.

Atravesamos el túnel y entramos enseguida en las primeras casas de Tartalés de los Montes, pintoresco pueblo enclavado en el corazón de la Sierra de la Tesla. La tranquilidad que se respira en este pueblo es total. Su núcleo urbano se halla rodeado de montañas y bosques por todos los lados y es un excelente punto de partida para recorrer todos los tesoros que esconde esta magnífica sierra. Continuamos por la carretera siguiendo a nuestra izquierda las aguas del arroyo de Tartalés. En esa dirección, tenemos buenas vistas de la bonita Peña del Agujero.

No entramos en el centro de Tartalés de los Montes y continuamos siguiendo la margen del arroyo.
Dejamos las últimas casas y tras pasar junto a una granja con vacas (¡cuidado con los perros…!) el sendero se adentra en el pinar transformándose en pista forestal.

Peña del Agujero.
Dejamos atrás Tartalés de los Montes.
El sendero se mantiene con buena factura, suficientemente ancho para caminar con comodidad, sin duda se construyó para facilitar a los carros y caballerías a remontar estas cuestas. La pendiente se agudiza  y el sendero se empina según nos acercamos a la cabecera del barranco. El silencio y la paz nos acompañan, solo se escucha el rumor de las aguas cantarinas del arroyo y el canto de algunos pájaros.

Subimos por una pista forestal hacia el Portillo de Medina.
Quince minutos después de haber abandonado Tartalés, atravesamos el arroyo y el camino gira a la izquierda subiendo con decisión entre los pinos. En medio kilómetro, el sendero que llevamos conecta con la gran pista carrozable que atraviesa longitudinalmente el interior de la Tesla. Nos incorporamos a ella por la izquierda y continuamos ya por terreno más llano y abierto.


A nuestra derecha nos acompaña la enriscada y recortada silueta de las cumbres de la Tesla y en unos pocos metros, visualizamos ya al fondo el portillo por donde debemos subir para llegar al paso que buscamos.

Conectamos con la gran pista que recorre el valle interior de la Tesla.
Es final de invierno, las temperaturas son muy suaves y el suelo se halla invadido de orugas procesionarias, que nos acompañan formando largas filas (por experiencia propia no se recomienda ni pisarlas ni caminar con brazos y piernas descubiertos).

Caminamos por la pista buscando a nuestra derecha el sendero que nos suba al portillo.
Seguimos por esta pista algo menos de un kilómetro, atentos a no pasarnos del desvío por el cual debemos subir al portillo. La caminata por este tramo es tranquila y cómoda. Llegamos por fin a la salida por la derecha. Aunque algo difuminado por el tiempo y la vegetación, se ve aún bien la traza del camino que emprende la ascensión definitiva al paso de montaña, que ya vemos unos metros más arriba.


El tramo final es hoy una estrecha senda bastante empinada que suaviza la pendiente realizando amplias curvas. Quizás en el pasado, tuvo una traza más ancha, lo que vemos hoy, no parece hábil para el paso de carros, sino estrictamente caminantes y caballerías. Según vamos ganando altura, vamos ganando magníficas panorámicas sobre la Tesla.

Panorámica desde el Portillo de Medina.
Remontamos con facilidad los 150 metros de desnivel hasta llegar a la cresta rocosa. Subiendo, nuestras vistas sobre la Tesla se engrandecen. Podemos ver con claridad las gargantas o cárcavas de Tartalés, Arroyo y Quecedo, enormes y bellas cluses formadas por la incesante acción erosiva del agua a lo largo de millones de años.

Paso clave en la sierra: el Portillo de Medina.
Llegamos al Portillo de Medina, un estrecho paso en el roquedo que conectaba las dos vertientes de la sierra. A nuestra izquierda, se levanta el promontorio del pico San Mamés, a nuestra derecha, sierra se enrisca y pierde altura progresivamente hacia la Horadada.

Vista hacia el SE. tomada desde la cumbre del pico San Mamés.
Esta sierra puede presumir de ser un auténtico manual de geología. Se trata de un perfecto anticlinal que ha sido vaciado en su interior formando una impresionante combe cubierto de bosques. En algunos lugares el núcleo del anticlinal sobresale entre la espesura formando una pequeña sierra interior. Todas las vistas son majestuosas desde donde estamos. Los dos flancos conforman un espacio único de carácter semi salvaje que invita a su recorrido y exploración.

Panorámica del sector NO. de la sierra vista desde el Portillo de Medina.


Vemos con claridad el carácter abrupto y enriscado de la cresta. El paisaje que se disfruta a nuestros pies es la gran llanada de Villarcayo y Medina de Pomar, salpicado de innumerables pueblos. Detrás y sucesivamente, los montes que separan el norte de Burgos con Cantabria y Vizcaya. Mirando el cordal hacia el NO., observamos al fondo la máxima cota de la sierra, la Peña Corva (ver entrada Peña Corva). Hacia el otro lado, más agreste y enriscada, la sierra pierde altura hacia el desfiladero de los Hocinos, no visible desde aquí. Pero lo que más llama la atención es la visión de los restos del Castillo de Urría, también llamado de Montealegre, emplazado en un auténtico nido de águilas unos doscientos metros por debajo de donde nos hallamos.


Castillo de Urría (Montealegre)


Las ruinas se levantan sobre un empinado altozano, en la misma ladera de la sierra, elevado más de trescientos metros sobre el nivel del valle. Desde donde estamos, no vemos ningún sendero o camino visible que nos pudiera conducir hasta él. Tampoco parece fácil su acceso desde el lado norte. La vegetación se aferra a las empinadas laderas que lo circundan.

Ruinas del castillo de Urría.
Pero es evidente que alguna función de vigilancia sobre este importante paso tuvo que tener al menos durante la Edad Media pues se halla a relativa poca distancia del Portillo de Medina. Dada la posición “aérea” del castillo, no debía resultar nada fácil el recorrido entre él y el mismísimo camino. El terreno es muy agreste, extremadamente complicado y los caminos que se dirigirían a la fortaleza, debían atravesar empinadas y peligrosas laderas. Junto con el vecino castillo de Toba (ver entrada Castillo de Malvecino), que también cumplía funciones de vigilancia de este camino, se trata del castillo más inaccesible, y quizás misterioso, de la provincia de Burgos.

Última ladera anterior al pico San Mamés (1264 metros).
Tras admirar el paisaje y desistir de intentar visitar el castillo, que dejamos para otra ocasión (su acceso parece factible por su vertiente norte), afrontamos la ascensión al pico San Mamés, que se halla muy cerca del portillo y es la segunda cumbre más alta de toda la sierra.



Para ello cresteamos hacia el lado NO. Remontando una empinada pero corta cuesta hasta llegar a la cumbre del San Mamés (1264 metros). Hito y buzón montañero. De nuevo, excepcionales y amplias panorámicas sobre toda la Tesla y el norte de Burgos. La cumbre es lo suficientemente holgada y cómoda como para sentarse, descansar  y comer algo antes de continuar la excursión.


Video


Nos marchamos con la promesa de recorrer íntegramente toda la cresta de la sierra que promete ser una extraordinaria excursión.

Cumbre del San Mamés.
Emprendemos el retorno. En primer lugar, debemos bajar al valle hasta el pueblo Arroyo de Valdivielso, para lo cual atravesaremos el espectacular paso de la Canaleja. Así pues, deshacemos el camino hasta el portillo desde el San Mamés e iniciamos el descenso por la ladera. Acortamos un poco el trayecto cortando por la derecha, primero por terreno abierto, aunque no difícil y después por un amplio cortafuegos que nos lleva a la pista cómodamente.
Descendemos hacia Arroyo desde la cresta de la sierra.
Por ella, debemos aún continuar unos metros, pendientes de llegar al punto, señalizado con un panel, en el cual debemos abandonarlo por la izquierda para tomar el sendero que desciende hacia Arroyo. Aunque en principio es estrecho y algo difuso, en seguida se ensancha y convierte de nuevo en pista forestal, abriéndose paso entre los pinos y perdiendo altitud con rapidez. Después de dejar un aljibe a nuestra izquierda, continuamos siguiendo la orilla del arroyo de San Pedro, que desciende con decisión hacia el paso clave de la Canaleja.


Siguiendo el curso del arroyo, que cruzamos, llegamos por fin a las inmediaciones de la garganta de la Canaleja. Impresiona comprobar como este exiguo arroyo pudo excavar y horadar esta espectacular cluse en el flanco del anticlinal a lo largo de millones de años. Las paredes laterales se desploman más de doscientos metros en vertical para dejar paso a las aguas del arroyo.

Camino de la Canaleja.
Estamos en el final del invierno, y aunque éste ha sido muy seco, el paso está inundado por las aguas del arroyo. Saltando de piedra en piedra, salvamos con facilidad su punto más estrecho.


Atravesamos la pequeña garganta con lentitud admirando una vez más la belleza de sus agujas y formaciones geológicas. En particular llama la atención una gran abertura de formas rectas sobre la pared vertical a una altura de unos veinte metros desde el arroyo, con posible origen no natural (¿antiguo eremitorio?).


Salimos definitivamente del paso estrecho dejando las últimas alturas de la sierra atrás. 


Por el camino que llevamos, entramos en las primeras casas de Arroyo de Valdivielso enseguida. Este pueblo destaca por la gran cantidad de casonas nobiliarias. Recorriendo su calle principal, podemos admirar magníficos blasones de los siglos XVII y XVIII en las fachadas de sus bien arregladas casas.



Arroyo de Valdivielso


Estamos atentos a desviarnos, a media calle, para tomar el camino de Valhermosa. Encontramos la señal y bajamos por un sendero, entre huertos. Cruzamos de nuevo por un puentecito el arroyo de San Pedro que desciende hacia el cercano Ebro.

Dejamos Arroyo de Valdivielso atrás.
Seguimos por la otra orilla, subimos y continuamos por un llano, entre campos de labor, dirigiéndonos sin pérdida hacia el cercano Valhemosa. La silueta agreste de la Tesla nos acompaña por la izquierda. Llegamos en breve a las primeras casas de Valhermosa, pueblo también situado junto a la carretera que recorre el norte del valle. La localidad presume también de buenos ejemplares de blasones en algunas de sus fachadas y bien merece la pena gastar unos minutos en entrar por sus calles y admirarlos. Destaca la casa-fortaleza de los Saravia de Rueda, edificada nada menos que en el siglo XV, rodeada de un recinto almenado y luciendo un gran blasón en su fachada principal sobre un bonito balcón.


Valhermosa


Retomamos a la carretera de nuevo abandonando Valhermosa. Aunque el PR recorre el último tramo por un camino que sigue al otro lado de la carretera siguiendo campos de labor, nosotros cubrimos esta última etapa por la carretera. En poco tiempo, recorremos el último kilómetro y medio hasta Hoz de Valdivielso, donde llegamos cuatro horas y media después de haberlo dejado a primera hora de la mañana. Finalizamos esta magnífica excursión.


SENDERO DE LA TESLA
Espacio natural
Sierra de la Tesla y Valle de Valdivielso.
Dificultad
Media.
Tipo de camino
Pistas y senderos de montaña, breve tramo por asfalto.
Ciclable
No.
Agua potable
Encontraremos en los pueblos y arroyos por los que pasamos.
Tipo de marcha
Circular.
Orientación
Fácil.
Época recomendable
Todo el año aunque preferible con tiempo seco.
Inicio
Hoz de Valdivielso.
Distancia de Burgos
75,2 kilómetros.
Tiempo total
4 horas 20 minutos.
Tiempos de marcha
Hoz de Valdivielso-Tartalés de los Montes: 28 minutos; Tartalés de los Montes-Portillo de Medina: 1 hora 5 minutos; Portillo de Medina-Arroyo de Valdivielso: 1 hora 25 minutos; Arroyo de Valdivielso-Valhermosa-Hoz de Valdivielso: 50 minutos.
Distancia total
15 kilómetros.
Interés
Hoz y cascada de Tartalés, panorámicas de la Sierra de la Tesla, Portillo de Medina y pico San Mamés, garganta de la Canaleja, pueblos de Hoz de Valdivielso, Tartalés de los Montes, Arroyo de Valdivielso y Valhermosa.
Altitud mínima
594 m.
Altitud máxima
1262 m.
Desnivel acumulado
858 m.
Mapas
1:50000: 0110 Medina de Pomar; 0109 Villarcayo; 0135 Sedano; 0136 Oña.
1:25000: 0110-3 Nofuentes; 0109-4 Bisjueces; 0135-2 Dobro; 0136-1 Trespaderne.

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Notas:
- Excursión muy entretenida y amena, en el que visitamos cuatro pueblos, ascendemos a la cresta de la Sierra de la Tesla, atravesamos bosques y dos desfiladeros. Aunque no es especialmente difícil, se aconseja llevar GPS  para no perderse por sus caminos.
-En los cercanos pueblos de Valdenoceda y Puente-Arenas tenemos bar donde podemos descansar y tomar algo.
- El paso de la Canaleja puede tener mucho agua en primavera temprana, prever la posibilidad de tener que meter los pues en el agua.
- Si tenemos tiempo y fuerzas, podemos visitar otros puntos del valle, rico en fortalezas y casas blasonadas.


Entradas relacionadas:



Mapa topográfico


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sábado, 18 de marzo de 2017

Tierra de Cameros: Castillo de Viguera

Dentro de la Tierra de Cameros, en su sector norte, no muy lejos de la capital Logroño, llama la atención una montaña, que se levanta a modo de fortificación sobre el valle del Iregua. Su visión desde la carretera es espectacular. Su acceso, solo puede producirse por un empinado portillo. Desde el pueblo riojano de Viguera subiremos a su cima.


Castillo de Viguera


Partiremos desde el pueblo riojano de Viguera. Para llegar, saldremos por la N-120 de Burgos a Logroño. Podemos llegar a la circunvalación de la ciudad y desviarnos por la N-111 que se dirige hacia el sur. En algo menos de 20 kilómetros, tras pasar el pueblo de Islallana, tomaremos por la izquierda el desvío que sube al pueblo de Viguera, donde muere la carretera. La localidad se emplaza sobre un exiguo llano rodeado de peñas. Todas sus calles son muy estrechas y empinadas. Dejaremos el coche en cualquier lugar donde encontremos un hueco y no estorbemos la circulación.


Viguera


Para salir hacia la montaña, no visible desde el pueblo, tenemos que dirigirnos desde la plaza hacia la parte alta de la localidad. Desde allí, sale una amplia pista que asciende ganando altura dejando con rapidez las casas de Viguera detrás nuestro.

Dejamos el pueblo de Viguera atrás.
Este camino, usado por ganado y algún todoterreno, es el que sin pérdida alguno nos lleve directamente hasta el Castillo. Si miramos atrás, observamos el abrupto paisaje que rodea Viguera por el sur. Por este camino tendremos que cubrir los algo más de dos kilómetros que nos separan de la base de la peña.


Según ganamos altura, vamos apreciando aún más el pintoresco lugar en que se ubica Viguera, oculto entre agrestes peñas de curiosas formas que lo rodean.

Ya vemos la peña viniendo por el camino de Viguera.
Nos acercamos a la base del Castillo de Viguera.
En poco, remontamos una pequeña cuesta girando hacia la derecha para posicionarnos sobre un llano, a la vista ya del Castillo de Viguera que aparece repentinamente a nuestra derecha. Su visión parece casi fantasmagórica, asemeja un gigantesco buque de piedra que se levanta desde el valle.

Último tramo hacia el portillo de subida.
Desde donde estamos, nos parecen todas sus laderas infranqueables. Veremos según nos acercamos que hay un único portillo por su lado SE. lado norte por el que subiremos a su cima.

Dejamos el camino y emprendemos la ascensión definitiva a la peña.
Alcanzamos la base de la peña.
En un primer tramo, vamos ganando altitud remontando lo sucesivos escalones, sin dificultad., que nos llevan a la misma base de la roca. Aquí, ya vemos el portillo por el que debemos ascender. No es especialmente dificultoso ni complicado, solo debemos prestar atención a encontrar el mejor paso para encaramarnos. En algún giro debemos ayudarnos de las manos.
Ascendemos por un pequeño portillo.
Casi ya en la parte superior, hay que remontar un escalón para lo cual se ha instalado una cuerda.
Gracias a ella, superamos este último (y único) obstáculo importante para posicionarnos sobre un estrecho paso que flanquea la peña, ya muy cerca de las lomas herbosas que conforman su cima.
Ayudados de una cuerda, superamos 
el tramo más difícil de la subida.
Este sendero, va flanqueando el lado sur y gira a la izquierda. Por terreno ya impreciso, remontamos con facilidad la ladera hacia el punto más alto de la meseta que alcanzamos rápidamente. Cima del Castillo de Viguera (1047 metros). Buzón montañero del grupo alpino Edesa. Ocupa una zona central sobre la meseta,que es más pequeña de lo que parecía desde la lejanía.
Cima del Castillo de Viguera: vista hacia el norte.
Casi ya en la parte superior, hay que remontar un escalón para lo cual se ha instalado una cuerda. Gracias a ella, superamos este último (y único) obstáculo importante para posicionarnos sobre un estrecho paso que flanquea la peña, ya muy cerca de las lomas herbosas que conforman su cima.

Buzón montañero en el punto más alto.
Grandes discordancias sobre la altura: en nuestro GPS marca 1049, en los marcas aparece como 1047 y en el buzón está inscrito 1039.


Obviamente se trata de una altura modesta pero de gran prominencia ya que hay un desnivel de casi 500 metros sobre el fondo del valle.
Pero la cima no es el lugar más interesante, sino que las mejores panorámicas se disfrutan sobre un espolón rocoso, a modo de mirador, que se encuentra por su lado norte.

Avanzamos por la cresta hasta el mirador de su ladera norte.
Así descendemos de la cima y cubrimos un corto recorrido por la cresta hacia su extremo norte.

Panorámica hacia el norte desde el mirador.
A ambos lados, impresionantes abismos nos flanquean, el sendero es lo suficiente ancho para llegar al extremo del espolón sin problemas. Buen lugar para descansar, reponerse y disfrutar del paisaje que tenemos delante.


A la izquierda, abajo, el valle del Iregua, detrás, los Barrancos del Badén. Hacia el norte, las peñas de Islallana y el pueblo de Viguera, desde donde hemos venido. Paisaje abrupto y erosionado, miremos donde miremos.


Video




Cercano, sobre la ladera norte, en la misma dirección que Viguera, llama la atención un gran dedo rocoso. En su exigua cima observamos una nutrida colonia de buitres.


El camino de regreso a Viguera es el mismo por donde hemos venido, no hay otra posibilidad. Retornamos al pueblo más rápidamente de lo que hemos tardado en venir.

El Castillo de Viguera visto desde las orillas del Iregua.


CASTILLO DE VIGUERA
Espacio natural
Valle del Iregua, en la Tierra de Cameros (Rioja).
Dificultad
Baja.
Tipo de camino
Pistas y senderos de montaña
Ciclable
No.
Agua potable
No encontraremos más que en el pueblo de Viguera.
Tipo de marcha
Ida y vuelta.
Orientación
Fácil.
Época recomendable
Todo el año. Evitar los días de mucho calor en verano.
Inicio
Viguera (Rioja).
Distancia de Burgos
121 kilómetros.
Tiempo total
2 horas 10 minutos.
Tiempos de marcha
Viguera-Cima Castillo: 55 minutos; Cima Castillo-Viguera: 45 minutos.
Distancia total
5,82 kilómetros.
Interés
Castillo de Viguera, panorámicas sobre el valle del Iregua, peñas de Islallana, pueblo y puente romano de Viguera.
Altitud mínima
681 m.
Altitud máxima
1049 m.
Desnivel acumulado
513 m.
Mapas
1:50000: 0241 Anguiano.
1:25000: 0241-2 Torrecilla en Cameros.
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Notas:
- Muy cerca del Castillo de Viguera, se encuentran los Barrancos del Badén, conjunto de gargantas y barrancos, a modo de laberinto, que merece la pena explorar y visitar.
- Logroño se encuentra muy cerca de Viguera. En este pueblo y en los que hay hasta la capital, podemos encontrar bares y lugares de descanso.


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